Nació el 10 de julio de 1842 en Buenos Aires. Era una mujer de gran voluntad y
carácter dinámico. Tocaba el piano, música clásica y religiosa. Su espíritu se formó bajo la sabia
y prudente dirección de Monseñor Rasore.
Se consagró a catequista de la Asociación de las Hijas de María de la Merced, cuya
presidencia llegó a ocupar.
El 1° de junio de 1882 ingresó como miembro de la Sociedad Protectora de Pobres de
la Parroquia de la Merced desempeñando el cargo de Secretaria. El 3 de mayo de 1887
Monseñor Rasore inaugura el Colegio Parroquial de Niñas, decide buscar una Congregación
religiosa que regenteara el colegio, los resultados fueron negativos. Ante ésta situación, Sofía,
movida en lo más íntimo de su corazón comenzó a oír cada vez con más claridad el
llamamiento divino, se sentía impulsada a crear una Congregación que se encargara de dirigir
esa casa de estudios.
Así fue que decidió consagrarse a Dios, y el 1° de agosto de 1889 fundó la
Congregación de Hermanas de la Merced.